lunes, 1 de junio de 2009

El por qué de las cosas... por Su Nombre

Los cristianos vivimos, trabajamos, amamos y servimos, en "Nombre de Dios" y para "Gloria de su Santo Nombre". El "Nombre de Dios" es una expresión bíblica que se refiere a la persona de Dios mismo, así como a su autoridad: al Cristo resucitado le ha sido dado "un Nombre que es sobre todo Nombre" (filip. 2), ante el cual toda rodilla se doblará...

Por otro lado, en buen español, la expresión "llamar a las cosas por su nombre" denota la intención de hablar de forma directa y sin rodeos... "yendo al grano".

Al pensar en el título para este Blog, estas dos ideas estaban en mi mente - y de allí el juego de palabras -, ya que me gustaría que este espacio sirviera para echar una mirada honesta sobre las cosas que pasan a nuestro alrededor - sin rodeos, ni ambigüedades - pero hacerlo desde una perspectiva espiritual y evangélica..., tratando de interpretar los pensamientos y los sentimientos que fluyen del corazón de Dios ante nuestras grandezas y miserias cotidianas.

Soy consciente de que no intento tarea fácil, ni pretendo ser original. También reconozco que mi humanidad supone un hándicap para entender la mente y el corazón de Dios aunque, a la vez, constituye una ventaja. Después de todo, Dios tuvo que 'hacerse hombre' para entender muchas de las cosas que a mí me pasan por naturaleza.

En fin, no sé qué saldrá de este Blog..., lo único que puedo asegurar a mis futuros 'seguidores' (usando el término en estricto sentido 'bloguero'), es que todo lo que hago - incluído este Blog - lo hago 'por Su Nombre'.

En los próximos días iré colgando en este espacio algunas reflexiones sobre algunos temas de actualidad. Te invito a acompañarme en esta nueva aventura. Un abrazo.

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